lunes, 6 de junio de 2022

Germán Castro


Foto de Carlos Niño. Revista Credencial No. 361

Me parece que a Germán Castro aún no se le ha dado el lugar que merece en el ámbito cultural del país. Cada uno de sus libros devela puntos de vista, sucesos o hechos ignorados u olvidados. Si bien fue un periodista a la usanza de la cátedra norteamericana, no cabe duda que supo interpretar su papel en función de los momentos políticos que vivió. 

Tras el hombre cordial y pulcro que dicen muchos haber conocido, también se aprecia la voz de un alma insurgente que no se deja abatir por la desesperanza a que nos aboca la historia reciente del país. Por eso, sus textos son contundentes. Su prosa, ágil y directa, construye siempre los argumentos suficientes para ver que sus investigaciones fueron exhaustivas. Es una prosa en la que nunca faltan los detalles que acentúan la verosimilitud de lo que nos cuenta.

Algún día, Zipaquirá habrá de publicar su obra completa y veremos entonces cuánto nos deja Germán de nuestra historia. Será, entonces, imprescindible fuente de consulta.


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